Santificación viene del verbo santificar. Santificar viene de la palabra griega hagiazo, que significa estar "separado" "puesto aparte." En la Biblia, santificación generalmente tiene que ver con un acto soberano de Dios por el cual Él "pone aparte" a una persona, lugar, o cosa para cumplir Sus propósitos. En el libro de Éxodo, Dios santificó un lugar de adoración. "Allí me reuniré con los hijos de Israel, y el lugar será santificado con Mi gloria," dice Éxodo 29:43. Hasta un día puede ser santificado, como vemos en Génesis 2:3 donde el séptimo día es "puesto aparte" como un día santo de descanso. "Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación." Similarmente, cuando una persona es santificada, él o ella es puesta aparte por Dios para un propósito específico divino. En el mismo momento en que somos salvos por Jesucristo, inmediatamente también somos santificados, y comienza el proceso de ser conformados a la imagen de Cristo. Como hijos de Dios somos "puestos aparte" desde ese momento para llevar a cabo Sus propósitos divinos hasta la eternidad. Hebreos 10:14 dice: "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados." ¿Ha sido usted puesto aparte para Dios?
1 Corintios 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
LA SANTIFICACIÓN ES LA VOLUNTAD DE DIOS
1 Tesalonisenses 4:2-8. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; v.3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; v.4 que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; v.5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; v.6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. v.7 Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. v.8 Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
LA SANTIFICACIÓN ES UN FRUTO DE LA REGENERACIÓN SIN EL CUAL NO HAY SALVACIÓN
Romanos 6:19-23. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. v.20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. v.21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. v.22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. v.23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
LA SANTIFICACIÓN ES UN MANDAMIENTO DEL PADRE
1 Pedro 1:13-17. Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la Gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; v.14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; v.15 sino, como aquel que os llamó es Santo, sed también vosotros Santos en toda vuestra manera de vivir; v.16 porque escrito está: Sed santos, porque YO SOY SANTO. v.17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
Levítico 20:26 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
Apocalipsis 22:11-12. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. v.12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
LA SANTIFICACIÓN ES UNA MUESTRA DEL TEMOR Y RESPETO A DIOS
2 Corintios 7:1 (RVR1960) Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación. (NVI)
LA SANTIFICACIÓN ES UN REQUISITO PARA SERVIR A DIOS
Lucas 1:67-75. Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: v.68 Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo, v.69 Y nos levantó un poderoso Salvador En la casa de David su siervo, v.70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio; v.71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; v.72 Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto; v.73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, Que nos había de conceder v.74 Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos v.75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.
LA SANTIFICACIÓN ES UN REQUISITO PARA PASAR DE SER LLAMADO A ESCOGIDO
Efesios 1:3-4. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, v.4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
Mateo 22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
LA SANTIFICACIÓN ES UN REQUISITO PARA SER MIEMBRO DE LA IGLESIA DE CRISTO
Efesios 5:25-27. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, v.26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, v.27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
LA SANTIFICACIÓN ES UN MANDAMIENTO PARA ENTRAR AL REINO DE LOS CIELOS
Hebreos 12:14. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
LA SANTIFICACIÓN ES NUESTRO CULTO A DIOS COMO SERES RACIONALES
ROMANOS 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
LA SANTIFICACIÓN ES EL MEDIO PARA ASEMEJARNOS AL PADRE
Isaías 57:15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Juan 17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
¿Cómo SANTIFICARSE?
1. SALMOS 119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
2. EFESIOS 5:3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos.
3. Venciendo al mundo Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, m y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
4. 1 JUAN 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
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