El perdón de pecados y el ser redimidos es por la gracia de Dios a través de la sangre de cristo-Jesús
El Mesías Cristo-Jesús se sacrificó en la cruz, para sellar el Nuevo Pacto, otorgarnos el perdón de nuestros pecados y ser redimidos por el poder de su Sangre bendita y por las Riquezas de la Gracia de Dios.
Efesios 1:7. en quien tenemos redención por su Sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
Apocalipsis 5:9-10. Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu Sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; v.10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Ser Redimidos significa ser rescatados o sacados de la esclavitud del cautiverio, [Es decir, del sometimiento al pecado, al mundo y a satanás] pagando un precio por el rescate. Porque sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecados.
Hebreos 9:22,28. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. v.28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
La Redención por medio la Sangre, y el perdón de los pecados, nos libra del reino de las tinieblas, y nos traslada al Reino de Cristo-Jesús, al reino de la luz.
Colosenses 1:3-14. el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, v.14 en quien tenemos redención por Su Sangre, el perdón de pecados.
Así que fuimos comprados por precio, por la Sangre de Cristo-Jesús, el Mesías.
1 Corintios 6:20. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Hechos 20:28. Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual Él ganó por Su propia Sangre.
Fuimos redimidos de nuestra vana manera de vivir, heredada de nuestros padres, de la cultura en que nacimos, de la corriente de este mundo, de las filosofías, pensamientos y razonamientos de este mundo y de la carne.
1 Pedro 1:18-19. sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, v.19 sino con la sangre Preciosa de Cristo, como de Un Cordero Sin Mancha y Sin Contaminación,
Cristo-Jesús, por medio de su Sangre, obtuvo un mejor Pacto para nosotros, satisfizo la Ley de Dios, pagó el precio de nuestros pecados con su Sangre, nos justificó y reconcilió delante de Dios-Padre.
Mateo 26:26-28. Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. v.27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; v.28 porque esto es mi Sangre del Nuevo Pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
Marcos 14:22-24. Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. v.23 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. v.24 Y les dijo: Esto es mi Sangre del Nuevo Pacto, que por muchos es derramada.
Lucas 22:19-20. Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. v.20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el Nuevo Pacto en mi Sangre, que por vosotros se derrama.
Romanos 8:3-4. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; v.4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
La Sangre de Cristo-Jesús, nos lava de nuestros pecados cada vez que nos arrepentimos y los confesamos.
Apocalipsis 1:4-6. Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los Siete Espíritus que están delante de su trono; v.5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con Su Sangre, v.6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
1 Juan 1:7. pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la Sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Para que sea efectiva la Sangre de Cristo-Jesús en nuestra vida, debemos obligatoriamente reconocer y confesar nuestros pecados, verbalmente delante de Dios, es decir, arrepentirnos. Sino hay aplicación de la Sangre de Cristo-Jesús en nuestra vida, entonces nuestros pecados seguirán siendo utilizados por el maligno, y seguirán siendo presentados como argumentos legales contra nosotros; seguimos contaminados delante de Dios, y no alcanzaremos misericordia.
1 Juan 1:9. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Proverbios 28:13. El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Salmo 32:2-5. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. v.3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. v.4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Seláh v.5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Seláh
1 Juan 1:8. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1 Juan 1:10. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
El nivel de la confesión de nuestros pecados, está relacionado con el nivel de nuestra conciencia. Entre más aguda sea nuestra conciencia, más sensibles y reflexivos seremos al pecado.
Hebreos 9:14. ¿cuánto más la Sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
1 Pedro 3:21. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,
Nadie puede reconciliarse y tener comunión con Dios, sin confesar y arrepentirse de sus pecados. El perdón de pecados y la reconciliación con Dios: son realizados mediante la aplicación de la Sangre de Cristo-Jesús. Así podemos santificarnos y caminar en justicia delante de Dios todos los días.
1 Pedro 1:13-16. Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; v.14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; v.15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; v.16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Lucas 1:68-75. Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo, v.69 Y nos levantó un poderoso Salvador En la casa de David su siervo, v.70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio; v.71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; v.72 Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto; v.73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, Que nos había de conceder v.74 Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos v.75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.
Efesios 1:3-4. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, v.4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
Romanos 6:22. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Tito 2:11-14. Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, v.12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, v.13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, v.14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
El perdón de pecados nos facilita el camino de la salvación de nuestra alma, y para asegurarnos, debemos trabajar con temor y temblor no descuidando esta salvación tan grande; la comunión con el Espíritu Santo es vital para que esto suceda.
Romanos 8:1-9. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. v.2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. v.3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; v.4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. v.5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. v.6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. v.7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; v.8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. v.9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Para poder heredar la vida eterna y el Reino de Dios, debemos vestirnos del nuevo hombre, guiados por el Espíritu Santo, para vivir en la Justicia y Santidad de la Verdad. Todo esto es por medio de la Gracia de Dios, que es el “PODER DE DIOS, OPERANDO EN NUESTRAS VIDAS”. Por eso la necesidad y urgencia de vivir en Santidad y Justicia todos nuestros días, por medio de la Gracia de Dios.
Efesios 4:24. y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Romanos 6:14-15. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la Gracia. v.15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la Gracia? En ninguna manera.
Tito 2:11-12. Porque la Gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, v.12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
Los que son guiados por el Espíritu de Dios, son sus verdaderos hijos. Pertenecer a una denominación cristiana, el haber hecho una oración de fe, el habernos bautizado, el haber asistido todos los Domingos a las reuniones de la iglesia, no nos garantiza el ser salvos. Solo el Espíritu de Dios, habitando dentro de nosotros y guiándonos, certifica que somos verdaderamente sus hijos y nos garantiza la salvación. No un ministro de la palabra de Dios, ya sea apóstol, profeta, evangelista, pastor o maestro; Ni por estar en la membresía de una determinada iglesia cristiana, solo el Espíritu de Dios.
Romanos 8:14. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Romanos 8:16. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Aquellos hijos de Dios, que no se quieren Santificarse y vivir en la Justicia de Dios conforme a sus Mandamientos; que tampoco quieren crucificar su carne, sino vivir conforme a sus pensamientos, deseos y su voluntad, y que no quieren vestirse del Nuevo hombre, sino seguir viviendo, según los designios del viejo hombre, desprecian la Sangre de Cristo-Jesús y su Espíritu de Gracia.
Hebreos 10:29-31. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la Sangre del Pacto en la cual fue Santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de Gracia? v.30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, YO daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. v.31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Hebreos 12:23-29. a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, v.24 a Jesús el Mediador del Nuevo Pacto, y a la Sangre rociada que habla mejor que la de Abel. v.25 Mirad que No Desechéis al que habla. Porque si No Escaparon aquellos que Desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si Desecháremos al que amonesta desde los Cielos. v.26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. v.27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. v.28 Así que, recibiendo nosotros un Reino Inconmovible, Tengamos Gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con TEMOR y REVERENCIA; v.29 porque nuestro DIOS Es FUEGO CONSUMIDOR.
Oración: Padre-celestial, te pedimos, que NO dejes caer esta enseñanza en el olvido, Ni que satanás pueda arrebatarla, Sino que quede bien sembrada en nuestro corazón, alma y mente. Padre-Eterno, danos una conciencia pura y limpia, para valorar y comprender el precio que nuestro Señor Jesucristo pagó por nuestros pecados en el calvario, derramando Su propia Sangre; Sangre, Santa, Inmaculada, sin pecado; como de un cordero sin mancha, que exige tu Ley Santa, Buena y Justa. Y así reconciliarnos contigo, y recibir tu Santo Espíritu, como garantía de nuestra herencia. Padre-Eterno, tú sabes que la carne, el mundo y satanás, pelean por nuestra alma; pero tú nos diste el poder de nuestra voluntad, nuestro libre albedrío, para que escojamos la vida o condenación eterna; salvación o perdición eterna; el Reino de Dios o el Lago de fuego y azufre. Ayúdanos a no despreciar la Sangre de Cristo-Jesús; sino a darle el valor real y verdadero de lo que ella ES; que la estimemos, que la Adoremos, la Santifiquemos, y la Glorifiquemos; porque ella ES el Sacrificio Perfecto de la Vida de tu Hijo-Amado, a favor nuestro; porque Ella ES, la Sangre del Nuevo Pacto, del cual nos has hecho participes; porque Ella ES, la garantía del perdón de nuestros pecados; porque Ella ES, la que nos limpia de toda maldad y pecado; porque Ella ES, la que nos libera del pecado y de la muerte; porque Ella ES, el Poder de la Vida de Tu Hijo Cristo-Jesús, el Mesías de la humanidad. Gracias Padre-Eterno, por tu llamamiento; Gracias Cristo-Jesús, por tu Sangre preciosa y por la obra de la Redención, y Gracias Espíritu Santo, por tú trabajo de santificación y Redención en nuestras vidas. Amén, Amén, Amén.
Estudios dado por Ricciardo B. Iafrancesco V.
Sobre el tema del Arrepentimiento de Obras Muertas.
Estudio N° 08 - Tema: El Arrepentimiento de las Obras Muertas, Parte 6. Sección 8.
Todos los textos citados, son de la versión Bíblica: Reina-Valera de 1960.
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