"¡Sí, Él es todo amor! Este es mi Amado, y este es mi Amigo". Cantar de los Cantares 5:16
El carácter de Cristo no es suficientemente estudiado por Su pueblo redimido. Se le mira demasiado de pasada, de modo que sólo obtenemos visiones apresuradas y superficiales, que por consiguiente no tienen sino una influencia débil y pasajera sobre nuestro corazón y nuestras vidas. Debemos estudiarlo, contemplándolo, meditándolo, trazando sus líneas de desarrollo y sus bellezas, hasta que nuestra alma se encienda con Sus excelencias, y sea transformada a Su imagen.
Los ángeles que ven a Cristo en Su gloria celestial, y que conocen algo de Sus excelencias divinas, deben asombrarse de la falta de entusiasmo de los cristianos profesantes en cuanto a la hermosura de Cristo. Se asombran de que nosotros...
lo miremos con ojos tan fríos;
hablemos de Él con una lengua tan mansa;
lo amemos con un corazón tan tibio; y
trabajemos por Él con un espíritu tan pesado.
Es nuestro privilegio amar a este Ser todo amoroso, y perdemos un empleo rico y precioso cuando no lo hacemos.
No hay mayor placer para un alma redimida que contemplar las glorias de Jesús.
No hay evidencia más segura de un estado de gracia, que la sed de un conocimiento más profundo de Jesús, y una conformidad más completa a Su semejanza.
La grande y suprema bienaventuranza del cielo consiste...
no en sus melodías seráficas;
no en sus magníficos despliegues de poder omnipotente,
no en su exención de penas y suspiros,
no en su incesante ronda de altas alegrías intelectuales, sino...
en ver a Cristo sin velo con ojos inmaculados;
en el estudio de la belleza del Redentor siempre presente con la mente sin trabas;
en descubrir y admirar diariamente nuevos puntos de su belleza;
y en tener nuestras almas, a través de toda la eternidad, hechas receptáculos de la luz, el gozo, la paz, la santidad, el amor y la sabiduría de Aquel que es "el principal entre diez mil, y el único en todo codiciable".
Aquí tienes algunos versículos bíblicos que respaldan los puntos mencionados en el texto:
1. El estudio y contemplación del carácter de Cristo:
- 2 Corintios 3:18: "Así que todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Espíritu del Señor".
2. El amor y la admiración por Cristo:
- Efesios 3:19: "y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios".
- Filipenses 3:8: "Y ciertamente, aun considero todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo".
3. La importancia de buscar un mayor conocimiento y conformidad a la imagen de Cristo:
- Filipenses 3:10: "para conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en su muerte".
- 1 Juan 2:6: "El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo".
4. La suprema bienaventuranza en el cielo y la visión de Cristo sin velo:
- 1 Corintios 13:12: "Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido".
- Apocalipsis 22:4: "Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes".
Estos versículos respaldan la idea de que el estudio del carácter de Cristo, el amor por Él, la búsqueda de conformidad a su imagen y la contemplación de su gloria son aspectos importantes de la fe cristiana y de la experiencia de la bienaventuranza eterna en el cielo.
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