¡He aquí el Hombre!

¡He aquí el Hombre!

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"¡He aquí el Hombre!" Juan 19:5

Si hay un lugar donde nuestro Señor Jesús se convierte más plenamente en el gozo y el consuelo de Su pueblo, es donde se sumergió más profundamente en las profundidades de la aflicción.

Venid, contemplad al Hombre en el huerto de Getsemaní.

Contemplen Su corazón tan rebosante de amor, que no puede contenerlo.

Contempla el sudor sangriento que destila de cada poro de Su cuerpo y cae al suelo.

Contempla al Hombre sobre el madero ensangrentado.

Asómbrate mientras le clavan los clavos en las manos y en los pies.

Mira hacia arriba y contempla la imagen dolorosa de tu Señor sufriente.

Obsérvalo cuando las gotas de rubí se alzan sobre la corona de espinas.

Contempla al Hombre cuando todos sus huesos se descoyuntan, y es derramado como agua y llevado al polvo de la muerte.

Dios lo ha abandonado, y el infierno lo rodea.

Contemplad y ved, ¿hubo alguna vez dolor como Su dolor?

Míralo.

Sólo tenemos que sentarnos más tiempo en la cruel cruz, para estar menos preocupados por nuestras pruebas y aflicciones.

No tenemos más que ver Sus dolores, y nos avergonzaremos de mencionar nuestros dolores.

No tenemos más que contemplar Sus heridas, y sanaremos las nuestras.

Si queremos crecer en gracia, debemos hacerlo considerando Su humillación y Su dolor.

Si queremos vivir santamente, debe ser mediante la contemplación de Su muerte expiatoria del pecado.

1. Isaías 41:10 - "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."

2. Salmos 23:4 - "Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento."

3. Salmos 34:18 - "Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los contritos de espíritu."

4. Salmos 46:1 - "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."

5. Salmos 55:22 - "Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo."

6. Salmos 119:50 - "Este es mi consuelo en mi aflicción, que tu palabra me ha vivificado."

7. Isaías 40:1 - "Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios."

8. Mateo 5:4 - "Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación."

9. Juan 14:27 - "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo."

10. 2 Corintios 1:3-4 - "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios."