El Arrepentimiento de las Obras Muertas en nuestra vida práctica, significa crucificar el viejo hombre, con sus pasiones y deseos. Este viejo hombre, es nuestro “YO”, nuestro “EGO”, que abarca tres niveles: el espiritual, el almático y el corporal. En este estudio, consideraremos la crucifixión de esta carne corrompida, por causa del pecado. Jesús Cristo nos dice:
Mateo 16:24. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Marcos 8:34. Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Lucas 9:23. Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Gálatas 5:24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Romanos 8:1,6-9,12-16. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. v.6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. v.7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; v.8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. v.9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él. v.12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; v.13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. v.14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. v.15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! v.16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Tomar la cruz, significa crucificar, nuestras pasiones y deseos carnales; es decir, dejar de vivir conforme a los pensamientos, deseos y voluntad de la carne. Debemos crucificar la concupiscencia de nuestro cuerpo, alma y espíritu, la cual quedó esclavizada a nuestro cuerpo, por cuanto el pecado, mora dentro del cuerpo humano. Está conscupiscencia son los frutos de las obras muertas, como la fornicación, el adulterio, la avaricia, el amor al dinero, la codicia, la glotonería, las malas palabras, las peleas, las contiendas, la chismografía, la murmuración, el prejuicio, la malicia, la rebeldía, el engaño, las mentiras, la lascivia, la inmundicia, la idolatría, el orgullo, la soberbia, la envidia, la vanidad, la religiosidad, el sectarismo, etc. La lista que aparece en Gálatas 5:19-21, Efesios 5:3-5, 1 Corintios 6:9-10.
Gálatas 5:19-21. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, v.20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, v.21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas NO HEREDARÁN EL REINO DE DIOS.
1 Corintios 6:9-10. ¿No sabéis que LOS INJUSTOS NO HEREDARÁN EL REINO DE DIOS? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, v.10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, HEREDARÁN EL REINO DE DIOS.
Efesios 5:3-5. Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; v.4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. v.5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, TIENE HERENCIA EN EL REINO DE CRISTO Y DE DIOS.
Todos estos versículos, nos hablan de las obras de la carne, que son las obras muertas, las cuales, si seguimos consistiéndolas y caminando en ellas, no podremos heredar el Reino de los Cielos, es decir, la Vida-Eterna, en otras palabras, la salvación; por eso debemos arrepentirnos de las obras muertas. Jesús nos demanda, que, para poder ser sus discípulos, debemos crucificar la carne, todos los días, como lo dijo en Lucas 9:23, Colosenses 3:5-9. Debemos arrepentirnos de todas las obras muertas.
Lucas 9:23. Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Colosenses 3:5-9. HACED MORIR, PUES, LO TERRENAL EN VOSOTROS: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; v.6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, v.7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. v.8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. v.9 No mintáis los unos a los otros, HABIÉNDOOS DESPOJADO DEL VIEJO HOMBRE con sus hechos.
En Colosenses, nos dice de “DEBEMOS HACER MORIR LO TERRENAL”, “Y DEBEMOS DESPOJARDONOS DEL VIEJO HOMBRE”. También lo declara la Palabra de Dios en Efesios 4:17-22.
Efesios 4:17-22. Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, v.18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; v.19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. v.20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, v.21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. v.22 EN CUANTO A LA PASADA MANERA DE VIVIR, DESPOJAOS DEL VIEJO HOMBRE, QUE ESTÁ VICIADO CONFORME A LOS DESEOS ENGAÑOSOS.
En Efesios cuatro, nos dice, “EN CUANTO A LA PASADA MANERA DE VIVIR, DESPOJADOS DEL VIEJO HOMBRE, QUE ESTÁ VICIADO CONFORME A LOS DESEOS ENGAÑOSOS”. En 1 Pedro 2:1, también nos habla del viejo hombre.
1 Pedro 2:1. DESECHANDO, PUES, TODA malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones [Es decir Calumnias, Difamaciones, Chismes, etc.].
En Primera de Pedro, nos dice, que debemos votar, rechazar estas conductas del viejo hombre, de nuestra vida. “DEBEMOS DESECHARLAS”.
1 Pedro 3:21. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo.
Las inmundicias de la carne, No nos, son quitadas, como lo declara 1 Pedro 3:21. Por eso debemos crucificarla. Es una obligación crucificar nuestro viejo hombre, para poder heredar el Reino de los Cielos.
Nuestra Salvación, está “CONDICIONADA” a tener que matar el viejo hombre, crucificándolo, cada uno de nosotros; cada hijo de Dios, en particular, lo debe hacer, para poder heredar el Reino de Dios y de Cristo. Debemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos y de la carne. El apóstol Pedro y Pablo, lo declara firmemente en 1 Pedro 4:1-2, Tito 2:11-14, Gálatas 5:24 y en Romanos 8:7-8,12-13, Romanos 6:19-23.
1 Pedro 4:1-2. Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, v.2 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
Tito 2:11-14. Porque la Gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, v.12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, v.13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, v.14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Gálatas 5:24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Romanos 8:7-8,12-13. Por cuanto los designios [Es decir las obras de la carne] de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; v.8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. v.12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; v.13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Romanos 6:19-23. Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para Santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. v.20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. v.21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. v.22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. v.23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
La Palabra “Morir”, No significa simplemente, morir físicamente, o ser cortado de este mundo. La palabra Morir en este contexto del libro de Romanos 8:13. y Romanos 6:21-23. Significa ser separado de Dios, por toda la eternidad, es decir, condenarse eternamente. Y la palabra “Vivir”, no significa seguir viviendo en esta tierra, sino heredar la vida eterna.
Las consecuencias de no llegar a vencer sobre el pecado
El Señor Cristo Jesús declara firmemente en el libro de Apocalipsis, quien, No podrán entrar en la Nueva Jerusalén, que desciende del Cielo Nuevo, a la Tierra Nueva. Donde solo podrán entrar los vencedores, aquellos que crucificaron su carne con sus pasiones y deseos, y vivieron conforme a la voluntad del Padre-Eterno.
Apocalipsis 21:7-8. EL QUE VENCIERE heredará todas las cosas, y YO seré su Dios, y él será mi hijo. v.8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Apocalipsis 22:14-15. Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. v.15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.
Este es el verdadero evangelio de Dios. El Llamado de Dios es gratis. La Paga de nuestros pecados es gratis. El ser colocado en el camino de la salvación es gratis. Pero nosotros debemos caminar por ese camino de la salvación, que es la calzada de la Santidad, el camino estrecho y angosto; y una parte de este camino es, la crucifixión de nuestra carne, con sus deseos y sus pasiones; como la otra parte es la de santificarnos, consagrarnos y vivir en la justicia Divina, conforme a la voluntad del Padre-Eterno.
Isaías 35:8. Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; No pasará inmundo por él, sino que Él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
Pedro dice en 1Pedro 3:21: Que las inmundicias de la carne, NO, NOS FUE QUITADA. Esa carne sigue operando e influenciando en nuestra mente y corazón, POR ESO DEBEMOS CRUCIFICARLA OBLIGATORIAMENTE.
Aunque, hemos sido salvos y bautizados, y nos han sido perdonados nuestros pecados, por la Sangre de Cristo Jesús, PORQUE Cristo Jesús PAGO, PAGA Y PAGARA, el precio de nuestros pecados, pasados, presentes y futuros, con Su Sangre, de una vez y para siempre. La Justicia Divina de Dios, demanda, que por cada pecado que cometemos, se debe pagar, con derramamiento de sangre, el pecado cometido, ya sea por ignorancia o por culpa, como lo declara Levítico 17:11.
Levítico 17:11. Porque la vida de la carne en la sangre está, y YO os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
El precio del pago, de nuestros pecados, es gratis, por la Sangre de Cristo Jesús. Pero esta Gracia de Dios, que abarca el perdón de pecados y el arrepentimiento, está condicionada, bajo el principio de la confesión y el arrepentimiento; está condición, está determinada por Dios. Así que, debemos reconocer nuestros pecados y confesarlos, y debemos apartarnos del pecado, crucificando el pecado, en la vida práctica, no cediendo ante las concupiscencias de la carne.
Proverbios 28:13. El que encubre sus pecados No prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Salmo 32:1-5. Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. v.2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. v.3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. v.4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. v.5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
1 Juan 1:6-10. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; v.7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. v.8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. v.9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. v.10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
1 Juan 2:1-2. Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. v.2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Oración: Padre-Eterno, en el Nombre de tu Hijo Cristo-Jesús, te pido que me ayudes a vencer, sobre el pecado que mora en mí; ayúdame a crucificar mi carne, con sus deseos y pasiones; ayúdame a tener una conciencia más clara, de esta batalla interna, que tengo que confrontar todos los días. Ayúdame a vencer la impiedad de mi corazón y a caminar por la calzada de la crucifixión de mi carne. Padre-Amado, dame la victoria por medio de la Sangre de tu Hijo Cristo-Jesús, con el Poder de tu Santo Espíritu. Que tu Gracia Divina, me conceda el arrepentimiento, cada día, por cada ofensa, transgresión y violación a tus decretos y mandamientos de tu Reino eterno, y que el poder por tu Espíritu, me dé, el poder, para apartarme de toda obra muerta de impiedad e injusticia y vencer sobre el pecado, que mora en mí. Gracias Padre-Amado, por tu amor, misericordia, compasión; porque Tu, responderás a la petición de esta oración. Amén, Amén, Amén.
Estudios dado por Ricciardo B. Iafrancesco V.
Sobre el tema del Arrepentimiento de Obras Muertas.
Estudio N° 04 - Tema: El Arrepentimiento de las Obras Muertas, Parte 2.
Todos los textos citados, son de la versión Bíblica: Reina-Valera de 1960.
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